El Chi Kung de la mujer

El Chi Kung de la mujer fue creado por una mujer y para las mujeres. Ellas tienen una fisiología particular, referente al funcionamiento hormonal, la disposición de los órganos en la pelvis. El desarrollo de los ciclos periódicos y las grandes etapas ligadas a la fecundidad y menopausia. En este trabajo, la mujer toma consciencia de su cuerpo y aprende a conocerlo de manera global, a armonizarlo según los principios de la Medicina Tradicional China, del yin y yang de los órganos. Es un sistema preventivo en primer lugar, que puede ser curativo en segundo lugar, en cuanto la mujer conoce los ejercicios
de manera completa y su patología propia.

Favorece un mayor equilibrio hormonal y emocional entre el cuerpo y el espíritu en los diferentes ciclos de vida.

Consiste:

  1.  En una relajación previa, que libera las tensiones físicas y psíquicas. Muy útil en algunos síntomas como sofocos, insomnios, etc.
  2.  Auto masajes sobre el tronco, desde la garganta hasta el pubis, principalmente del pecho y pelvis que tiene como efecto de regular la circulación sanguina y de eliminar los bloqueos energéticos. Se trabaja principalmente sobre los meridianos (canales de acupuntura) REN MAI (vaso concepción), con el punto DANZHONG (entre los pechos, zona energética importante a menudo bloqueada por las emociones) CHONG MAI (canal central) y DAI MAI (meridiano cintura). Estos últimos cumplen un papel muy importante en la prevención de los problemas ginecológicos. Según la Medicina Tradicional China, la mujer es Yin, ligada a la sangre, principio de vida (partos y reglas). Los auto masajes y trabajos del perineo cumplen diversas funciones según los problemas específicos (problemas ginecológicos, reglas dolorosas). En los pechos, ligados a las glándulas sexuales, estimulan la secreción hormonal y regulan el sistema endocrino del cuerpo, previenen mamitis, atenúan las secuelas de operación de cáncer de pecho, regulan los ciclos menstruales. En el abdomen, actúan en la circulación sanguina y previenen quistes, disfunciones ováricas, anexitis y desarreglos digestivos. Los masajes del vientre solicitan igualmente la energía del hígado y vesícula biliar muy vinculados con las emociones en la Medicina Tradicional China, siendo estas fluctuantes durante la regla y en la menopausia. En un posparto, se acelera la recuperación de las funciones ginecológicas, se revitalizan los músculos pelvianos y abdominales y se previene el prolapso del útero. La lactancia se ve igualmente favorecida. En un embarazo, con desarrollo normal, masajes específicos del vientre favorecen una buena comunicación con el feto, le calman y ayudan a centrarlo. Los masajes de la zona lumbar son igualmente beneficiosos. Otros se centran más en la menopausia, disminuyendo los sofocos y cambios de humor. Los auto masajes favorecen una buena conexión con el cuerpo y visión positiva de sí mismo.
  3. Un trabajo sobre la pelvis para flexibilizar y descongestionar la zona (espasmos, inflamaciones, trastornos ginecológicos).
  4.  Un trabajo sobre la columna vertebral, que se va degradando a lo largo de la vida (embarazos, partos, menopausia) con movimientos circulares, ondulatorios, que armonizan la energía en todo el cuerpo.

Este sistema permite a la mujer vivir su feminidad con naturalidad y serenidad a lo largo de su vida.